Germinar semillas de cannabis; usa el papel de cocina húmedo por ser el más fiable

Para germinar semillas de cannabis existen varios métodos, pero vamos a recomendarte el más efectivo para garantizar la germinación. Descartando  la germinación directa en tierra debido a que su éxito es menor por determinados factores; la humedad del sustrato o la profundidad del agujero en la que debe introducirse la semilla. Estos riesgos causan un menor porcentaje de germinación de semillas de cannabis.

El método más sencillo y efectivo para principiantes, inclusive para expertos, en el cultivo de cannabis es la germinación de semillas de cannabis entre varias capas de papel humedecido por nosotros. O dejando las semillas durante 24 horas en un vaso de agua a una temperatura aproximada de unos 20º C, se debe echar una gota de agua oxigenada, así evitamos que el agua pueda pudrirse. También se puede ajustar el pH entre 6,0 y 6,5. No te olvides de colocar el vaso en una zona oscura, cálida y no superior a los 21º.

Nosotros preferimos que las semillas una vez reblandecidas durante 24 horas se pasen a un papel de cocina húmedo, fuerte y absorbente, evitando usar las opciones de algodón o papel higiénico ya que se puede deshacer o enredar la radícula. Se pueden mantener durante las 72 horas, máximo, en el vaso hasta que la semilla saque la radícula. No lo recomendamos porque  a más de uno se le ha llegado a podrir la semilla con este método.

Una vez reblandecidas en el vaso, sitúa las semillas en un plato entre varias capas de papel de cocina humedecido, cuidado que no esté encharcado, colócale otro plato por encima para evitar que se seque. Las semillas deben estar en un lugar oscuro y cálido no superior a los 22º C preferiblemente. Pulveriza el papel con agua cuando sea necesario durante el proceso de germinación. A partir de los siguientes días verás como empieza asomar la radícula (raíz) de la semilla de cannabis. No desesperes si ves que en los primeros días no ha salido, ya que algunas semillas pueden tardar hasta 10 días.

Una vez que la radícula esté fuera, más o menos de medio centímetro, podremos empezar con nuestro cultivo, introduciendo con cuidado la radícula en el sustrato. Previamente habremos acondicionado el sustrato con las mezclas oportunas de nutrientes y humedecido por agua. No encharcar el sustrato. Realizamos un pequeño agujero en el sustrato para que luego cuidadosamente con unas pinzas cogemos la semilla de cannabis germinada para que quede la cáscara de la misma a nivel del sustrato. No compactar el sustrato una vez realizado. Posteriormente a esto, volvemos a regar con fertilizante de enraizamiento, pero cuidado con las dosis.

Desde este momento empezará el cuidado de nuestro cultivo, en el que habrá que prestar atención a la planta en los siguientes días, sobre todo para sus riego.

Informacion : Buddha Seeds